Querido Yuri,
Yo no podría hablar mejor que Juan Luis Luque está muy informado, pero he llegado hasta aquí porque estudiando para Profesora de Educación Primaria en Irlanda, me encuentro que dentro de los niños con necesidades educativas especiales, sí recomiendan que los profesores de niños con dislexia o problemas similares hagan el esfuerzo de fotocopiar los apuntes en folios de colores, o, lo que se más práctico, simplemente que dispongan de unos buenos forros de colores pseudotransparentes de los de toda la vida para que el niño coloque el forro del color que más le ayude sobre el texto del libro o libreta que va a leer.
Como era la primera vez que escuchaba nada sobre esta teoría de los colores (lo cual es una lástima porque mi tía ha tenido dislexia toda la vida y tal vez podría haberle ayudado algo, ya que tratamiento no ha seguido ninguno nunca), me puse a investigar sobre los “overlays”.
Los overlays en sí, (forros de colores) son de bajo coste, la verdad, y no me parece una locura probar con varios a ver si el niño o adulto siente que se centra mejor con un color u otro. Tenga o no dislexia, en realidad, porque yo he hecho la prueba hoy mismo y leo mucho mejor con fondo amarillo y letras en negrita, he descubierto que me resulta mucho más cómodo.
La teoría de las gafas, por lo que he visto, se basa en estos “overlays” o forros. De hecho, se trata de poner un “overlay” al mundo en vez de al papel. Y en cuanto al precio, yo he encontrado hoy algunas a 13 libras.
Con esto lo que quiero decir es que incluso aunque sea simple comodidad o efecto placebo, yo no recomendaría meter 700 euros en ello, pero hacer la prueba imprimiendo el texto en folios de colores o usando los forros y ver si tu niño siente mejoría o no, aunque sea puro efecto psicológico más relacionado con la colorterapia que con la dislexia, no cuesta tanto y puede conllevar unos beneficios, aunque solo sean que la persona rebaje nivel de estrés al enfrentarse a un texto y darle confianza.
Total, que si tu amiga puede leer inglés, que supongo que sí, yo le aconsejo que eche un vistazo a la información sobre la aplicación de los forros de colores (“overlays”) en las escuelas y que si quiere, pruebe, que si no le sirven luego los usa para forrar los libros y si le solucionan algo, bienvenido sea. Siempre por supuesto como método adicional y no como único método (aunque para gente como mi tía que no se trató ni se tratará jamás, puede ser la diferencia entre hacer “algo” o “nada de nada”).
Desde luego, yo como profesora en este país tendré que aplicarlo.
Gracias y enhorabuena por el blog.
Irene